El tiempo es un desdoblamiento perpetuo de sí mismo, una continua producción de imágenes indiferenciables, "la imagen corriente del presente que pasa" y "la imagen virtual del pasado preservado". La imagen-cristal es un lugar abierto a su indiferenciación. Al cristalizar ambas imágenes, sin mezclarlas totalmente, nos significa duplicar un circuito más y más rápido, más y más apretado entre el pasado y el presente, tanto actual como virtual, por lo que se continúa, a su vez sobre sí mismo.
http://www.youtube.com/watch?v=StQF7td-zKo&feature=related
ResponderEliminarInteresantes imágenes, tal vez para usar en las proyecciones.